LOS MILLONARIOS
de Anselmo Aieta y Francisco Laino
Apodo que, como es de dominio público, se adjudica a River Plate y surgido en el comienzo mismo del profesionalismo cuando este club adquirió a Carlos Peucelle en la entonces astronómica suma de 10.000 pesos. En 1932, con la compra de otros cracks, fundamentalmente Bernabé Ferreyra adquirido a Tigre en 45.000 pesos, ese mote tuvo su "reafirmación".
RIVER SOLO
de Luis Manzini y César Souza, tango "dedicado al Sr. Vicepresidente del Club River Plate y gran animador del mismo, Sr. Antonio V. Liberti"
Junto con el sobrenombre de millonarios con que se identifica a River Píate y que, seguramente, no les debe gustar para nada a los de la banda roja, está el de "gallinas" que se originó luego de su actuación en el partido final por la Copa Libertadores de 1966. En esa oportunidad tuvo que definir el torneo con Peñarol de Montevideo, encuentro que se disputó en Santiago de Chile. River llegó a ponerse 2 a 0 en el marcador, pero reaccionó el equipo uruguayo y empató, para finalmente vencer por 4 a 2 en tiempo suplementario. Cuando River volvió a intervenir en el campeonato local, tuvo que enfrentar a Banfield en cancha de éste. Fue entonces que desde la tribuna de los hinchas del "taladro" lanzaron una gallina, en clara referencia al supuesto escaso espíritu de lucha que los jugadores de River demostraron en esa final ante Peñarol. A partir de allí quedó instalado para los millonarios el muy poco estimulante apodo de "gallinas".
HISTORIA DE UN MILLONARIO
de Jorge Dragone y Juan Luis Ricardi
Historia de un millonario que en tiempo de tango Dragone y Ricardi dedicaron a River Plate, y que llevara al disco el cantor Ricardo Guzmán, de algún modo puede ser aplicable a los hinchas de la "banda roja": es más que evidente que a nivel espiritual, los riverplatense son verdaderamente "millonarios" por la suma de momentos felices que en materia futbolística les brindó la entidad a través de tantos campeonatos, copas y condecoraciones obtenidos en su fructífero historial.
CHAVÍN
de Alberto Bellomo
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Uno de los primeros tangos dedicados a un futbolista. En este caso al jugador Jaime Chavín, que fue wing izquierdo de River y participó del equipo campeón del año 1920 junto a Crotti, Choperena, Etchenique, Galazino, Laiolo y Arroyuelo, entre otros. Chavín también formó parte en algunas oportunidades del seleccionado argentino.
ISOLA
de Alberto Bellomo
La cordial dedicatoria de este tango está consignada en forma explícita en la partitura: "A mi amigo el primer goal-keeper sudamericano Carlos Isola". Este futbolista —apodado "la maravilla elástica" y también "el hombre de goma" por su extraordinaria agilidad— fue guardavallas en River Plate entre 1912 y 1921. Cuando solamente contaba con 16 años, se consagró en el ámbito internacional al mantener el arco invicto ante el equipo inglés del Exeter City. Eso sucedió en 1914 y los argentinos triunfaron por 1 a 0. Entre las hazañas de Isola, están los dos penales atajados al uruguayo Scarone (especialista en los tiros desde los 12 pasos).
