sábado, 26 de febrero de 2011

El portal del tango

Anibal "Pichuco" Troilo



Aníbal Carmelo Troilo Bagnolo nació en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), casualmente en la misma manzana donde nacieron el pianista de jazz Enrique Mono Villegas (1913-1986) y el pianista de folclore Adolfo Ábalos (1914-2008).
Durante su niñez, Troilo escuchaba tocar el bandoneón en los bares de su barrio. A los 10 años convenció a su madre para que le comprara su primer bandoneón. Felisa lo compró a 140 pesos de entonces, a pagar en 14 cuotas de 10 pesos; pero luego de la cuarta cuota el vendedor desapareció y nunca reclamó el resto. Con ese bandoneón, Troilo tocó casi toda su vida.
Un año después, en 1925 (cuando contaba con 11 años de edad) Pichuco realizó su primera actuación, en un bar pegado al Mercado de Abasto (el mercado central de frutas y verduras de Buenos Aires). Más tarde integró una orquesta de señoritas. A los 14 años ya había formado un quinteto. En diciembre de 1930 fue contratado para formar parte del famoso sexteto del violinista Elvino Vardaro, el pianista Osvaldo Pugliese y Alfredo Gobbi (hijo) (quien era apenas el segundo violín del conjunto, pero más tarde se haría célebre como director de orquesta). Allí tuvo como compañero a Ciriaco Ortiz, de quien Troilo más adelante se consideraría deudor. Ese sexteto no realizó ninguna grabación discográfica. Troilo pasó por numerosas orquestas, entre otras, las de Juan Pacho Maglio, Julio de Caro, Juan D'Arienzo, Ángel D'Agostino y Juan Carlos Cobián.
Con su orquesta (cuyos integrantes fueron variando) trabajó casi ininterrumpidamente, tanto en presentaciones en vivo como en grabaciones, hasta el año de su muerte, 1975. Desde 1953 hasta mediados de los años 60, Troilo mantuvo durante un tiempo una actividad musical paralela a la de su orquesta en dúo junto al guitarrista Roberto Grela, que después se convirtió en el Cuarteto Troilo-Grela. En 1968, ya distanciado de Grela, formó su propio cuarteto. Además de esto, Troilo grabó dos temas (El motivo y Volver) a dúo de bandoneones junto a Astor Piazzolla.

Mariano Mores


(1922 - ) A los 12 años de edad comenzó a estudiar piano. Al poco tiempo viajó a España junto con sus padres. Pero con el comienzo de la Guerra Civil española, se vieron forzados a regresar a Buenos Aires. Su vida profesional tuvo comienzo en bares, teatros y otros espectáculos. Integró una orquesta importante por primera vez en 1936, a los 14 años. Fue en la orquesta de Roberto Firpo. Dos años después consolidó el trío Mores. Allí relucieron obras compuestas por él mismo, como “Estampa de varón” y “Gitana”.
Para 1939, Mores se acomodó bien a la orquesta de Francisco Canaro. Ésta unión duró casi 10 años, hasta que Mores formó su propia orquesta y comenzó una nueva era, con innovaciones como aumentar el número de músicos estables en la orquesta. En ese período se destacaron obras como “El patio de la morocha”, “El firulete” y “La calesita”.
Mariano Mores es pianista, director y compositor. También participó en numerosas películas, como “Corrientes, calle de ensueño” en 1949 y “La doctora quiere tangos” en 1950, entre otras tantas recordadas popularmente. Durante la década de 1950 viajó a París. Desde entonces, siempre ha estado brindando giras por Europa, Japón y Latinoamérica.


LETRA
Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel y es mucha,
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina.
Uno va arrastrándose entre espinas,
y en su afán de dar su amor
sufre y se destroza, hasta entender
que uno se ha quedao sin corazón.
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
o un amor que lo engañó;
vacío ya de amar y de llorar
tanta traición...
Si yo tuviera el corazón,
el corazón que di;
si yo pudiera, como ayer,
querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos,
que hoy me gritan su cariño,
los cerrara con mis besos
sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir...
Si yo tuviera el corazón,
el mismo que perdí;
si olvidara a la que ayer
lo destrozó y pudiera amarte...
Me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...
Pero Dios te trajo a mi destino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabré cómo quererte.
Déjame que llore como aquél
que sufre en vida la tortura
de llorar su propia muerte.
Pura como sos, habrías salvado
mi esperanza con tu amor.
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar...
Pero un frío cruel, que es peor que el odio,
punto muerto de las almas,
tumba horrenda de mi amor,
maldijo para siempre y se robó
toda ilusión...

miércoles, 16 de febrero de 2011

José "Pepe" Colángelo











Tiene más de cincuenta años de trayectoria, fue pianista de Troilo, Juan de Dios Filiberto y Julio Sosa, entre tantos otros, y un reconocido director de orquesta. También fue director musical de figuras de la talla de Susana Rinaldi y Valeria Lynch. Como solista, patentó un estilo que expresa una concepción integral del tango, en su carácter de "espectáculo internacional", pleno de matices y recursos escenográficos. No se trata más que de la expresión visible, a nivel escénico, del propio énfasis que Colángelo impone a sus interpretaciones, aplaudidas en todo el mundo y fundamentalmente en Japón. Colángelo es una referencia obligada en la historia del tango y está presente en los grandes festivales de tango del país como así también en festivales internacionales de género.

Como muestra de su trayectoria Colángelo tiene siete discos compactos (CD) sólo en Japón e innumerables obras en su trayectoria de más de cincuenta años con el tango. Actualmente se encuentra abocado a la producción de su nuevo disco cuya base musical tendrá al piano como único instrumento. Desde hace un año pertenece a “Tango de los Maestros” de Gustavo Santaolalla.